Al Amir nació en 2019, pero la historia empezó antes. Mohamed llegó desde Argelia en 2017 con su familia. Ellos volvieron. Él decidió quedarse, estudiar y emprender. Sin experiencia en gastronomía, abrió su primer local con esfuerzo y una idea clara: hacer algo propio, distinto y con identidad. Investigó el mercado, modificó recetas y creó un shawarma con sabor propio. Pasamos la pandemia, abrimos un segundo local y hoy estamos listos para crecer con quienes compartan nuestras ganas de hacer las cosas bien. Esto no es una moda. Es una historia real. Y recién empieza.
Solo tener ganas de hacer algo propio.
Pocos productos, mucha rotación y sabor probado.
Desde el primer día hasta que abrís las puertas (y después también).
Las personas vuelven porque encuentran algo distinto. Y real.
Esto no es una promesa. Es una invitación a formar parte de algo que ya camina. Dejanos tus datos y charlamos.
No somos una cadena más. Somos un lugar donde el shawarma se hace como debe hacerse.
Lo nuestro no es decoración. Es corazón, sabor y respeto por lo que hacemos. Y eso, se nota en cada bocado.